Lunes, 13 de octubre de 2025

Autoría: Laura Ibáñez

Un informe de la Contraloría General de la República devela que el agua de Cajamarca podría contener óxidos. De acuerdo con la evidencia científica, ¿qué problemas podrían generar en la salud humana y en los ecosistemas?

Tuberías oxidadas por hierro. Foto: RS Ingeniería
Hierro oxidado con agua. Foto: RS Ingeniería

La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) en Cajamarca intenta recobrar la confianza de las cajamarquinas y los cajamarquinos en el agua de la ciudad. Para ello, opta por una demostración. Invita a los medios de comunicación a una prueba de calidad de agua. Según indican tales medios, se escoge un caño al azar. Se almacena el agua. Se le aplican cuatro pruebas: pH, conductividad, cloro y turbiedad. Según muestran las cámaras, los cuatro parámetros se encuentran entre los Límites Máximos Permisibles (LMP). La prueba se difunde por portales como Cajamarca Reporteros (26 de setiembre: https://www.facebook.com/watch/?v=795420223197015) y Sol TV (28 de setiembre: https://soltvperu.com/cajamarca-agua-potable-sunass/). Cajamarca respira tranquila: se ha probado la inocuidad de su agua… al menos para esta simulación.

Un momento de la prueba de calidad de agua realizada por SUNASS. Captura realizada del video publicado en SOL TV
Un momento de la prueba de calidad de agua realizada por SUNASS. Captura realizada del video publicado en SOL TV

Este video parece formar parte de una estrategia para contrarrestar las alarmantes conclusiones difundidas por la Contraloría General de la República (CGR) en su Informe de Visita de Control N° 010-2025-OCI/4412-SVC fechado el 05 de setiembre de 2025. Tras inspeccionar las captaciones, reservorios y plantas de tratamiento de agua potable de los sistemas de Santa Polonia y El Milagro, la CGR concluye que SEDACAJ, empresa prestadora del servicio, no realiza periódicamente labores de mantenimiento, lo que podría generar deterioros en la infraestructura, así como poner en riesgo la salud de su propio personal y de la población cajamarquina, que estaría consumiendo agua con óxido.

“Funcionarios y servidores de la entidad, no ejecutan mantenimientos periódicos a los componentes de captación, tratamiento y reserva del sistema de agua potable de Cajamarca, situación que genera el riesgo de deterioro de las estructuras y pone en riesgo la salud e integridad del persona que opera y resguarda dichos componentes; así como también; se podría poner en riesgo la salud de la población al abastecerse con agua potable que podría contener partículas de óxido” (2025, p. 5).

Contraloría General de la República. Informe de Visita de Control N° 010-2025-OCI/4412-SVC del 05 de setiembre de 2025

Así, la supuesta prueba que presenta este video no aborda el principal problema identificado por la CGR: la posible presencia de partículas de óxido en el agua. Estas solo se detectan con análisis específicos realizados por un laboratorio acreditado. Por el contrario, los parámetros elegidos para la puesta en escena pueden ser medidos con kits portátiles, obteniendo resultados de manera inmediata. Se trata, pues, de una supuesta evidencia de apariencia técnica que, sin embargo, no aborda la cuestión de fondo.

¿Los óxidos son inofensivos? Lo que dice la ciencia

Ante un problema con potenciales riesgos para la salud pública, es preciso considerar los hallazgos realizados por la ciencia.

El artículo “Toxicity of Metal Oxides, Dyes, and Dissolved Organic Matter in Water: Implications for the Environment and Human Health”, publicado en 2024 por Haradhan Kolya y Chun-Won Kang, investigadores de la Universidad Nacional de Jeonbuk (Corea del Sur), arroja algunas luces en este sentido. Los investigadores realizan una revisión a la literatura científica que indaga en las repercusiones para la salud humana y la naturaleza de los óxidos, la materia orgánica disuelta y los tintes. Prestando atención a los primeros, contabilizan hasta un total de dieciséis óxidos metálicos. Estos tienen diferente procedencia, así como diversos riesgos asociados. Entre los daños para la salud humana más recurrentes, se hallan problemas respiratorios, impactos a nivel neurológico y carcinogenicidad. En este sentido, por ejemplo, el óxido de arsénico está vinculado al riesgo de cáncer y lesiones en la piel mientras que el de manganeso está ligado a problemas respiratorios y efectos neurológicos.

De hecho, otro frente de preocupación procede de lo que se desconoce todavía. Como advierten los investigadores: “Los hallazgos de toxicidad para varios óxidos metálicos varían y la información disponible sobre algunos compuestos es limitada” (Kolya y Kang, 2024, p. 4; Traducción de la autora)[1]. Es, por ello, que los autores del estudio concluyen: “Se necesitan estudios exhaustivos para comprender plenamente las posibles implicaciones que la exposición a estos óxidos metálicos tiene para la salud y el medio ambiente” (Kolya y Kang, 2024, pp. 4-5; Traducción de la autora)[2].

Hasta la fecha, no se conoce qué tipo de óxidos podrían encontrarse presentes en el agua de Cajamarca. Por tanto, si se desconoce cuáles son, no puede saberse tampoco a qué riesgos está expuesta la población cajamarquina y, menos aún, qué medidas de reparación o mitigación van a ser implementadas para corregir lo que la evidencia científica apunta como una situación de gravedad.

¿Qué pasa cuando el óxido se encuentra con otros elementos? Aumenta el riesgo

No obstante, la problemática se complejiza si se tiene en cuenta que la mayoría de las investigaciones analizadas por Kolya y Kang han evaluado los óxidos de manera aislada, esto es, sin interacción con otros elementos. En el caso de Cajamarca, el óxido es liberado a un agua ya muy maltratada, por lo que sus efectos para los ecosistemas y la salud humana podrían variar e, incluso, agravarse. De nuevo haciendo referencia al artículo consultado: “Los óxidos metálicos […] pueden interactuar con tintes sintéticos y MOD [Materia Orgánica Disuelta], generando reacciones químicas complejas con posibles consecuencias ecológicas” (Kolya y Kang, 2024, p. 2; Traducción de la autora)[3].

Tales interacciones afectan, por ejemplo, las propiedades del suelo. De igual modo, la acumulación de los óxidos metálicos impacta en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos y puede afectar a la salud humana de manera indirecta, esto es, mediante la cadena alimentaria al bioacumularse la sustancia en el organismo de los peces.

El agua que consume la mayoría de la población de Cajamarca es usada previamente en procesos mineros, observación constatada por Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento en su visita a la ciudad en diciembre de 2023. De igual modo, conocemos desde hace tiempo que los LMP para el sulfato se han sobrepasado notablemente en épocas recientes. Ahora, la CGR evidencia un nuevo problema con los óxidos. Ante este panorama, con un agua que no solo es escasa, sino que también adolece de falta de calidad, ¿realmente las dudas de la ciudadanía sobre si es apta para consumo humano pueden resolverse con tan solo una puesta en escena para los medios de comunicación? ¿No debiera SEDACAJ y la SUNASS investigar e informar sobre qué tipo de óxidos son los que la CGR ha detectado en la provisión de agua potable? ¿No debiera la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental intervenir de oficio y ordenar incluso un estudio de causalidad de la procedencia y tipo de óxidos que están suministrándose a las usuarias y los usuarios del agua de SEDACAJ?


[1] Cita original: “Additionally, the toxicity findings for several metal oxides vary, and the available information on some compounds is limited”.

[2] Cita original: “Comprehensive studies are needed to fully understand exposure to these metal oxides’ potential health and environmental implications”.

[3] Cita original: “Metal oxides, arising from both natural processes and human activities, can interact with synthetic dyes and DOM, forming complex chemical reactions with potential ecological consequences”