Minería ilegal en Cajamarca.
Cajamarca debe ser protegida. No es territorio de sacrificio minero.
Cajamarca es una de las regiones de alta biodiversidad del país. Flora y fauna endémica caracterizan la región. Asimismo, la diversidad de valiosos ecosistemas hídricos, de los cuales dependen no sólo la importante actividad agrícola y ganadera de la región, sino también de la costa norte. Estas dos actividades son las que más empleo generan en la región y nos dan seguridad alimentaria. Por lo demás, Lambayeque y La Libertad tienen importante dependencia de los recursos hídricos de Cajamarca.
Sin embargo, el acceso al derecho al agua en calidad y cantidad y a un medio ambiente sano y saludable enfrenta serios problemas por ser la 2da región del Perú con más pasivos ambientales mineros, situación que se ha agravado con la instalación de la gran minería a inicios de la década de los 90 y, más recientemente por la proliferación extendida y no controlada de actividades mineras ilegales.
Sobre los daños de la gran minería hay abundante información, así como ha habido importante movilización ciudadana para impedir su expansión en cabeceras de cuencas.
Sin embargo, sobre la erradicación de la minería ilegal el Estado también está fallando. El relato de que Cajamarca “es minera”, de que la “minería resuelve los problemas de la pobreza” y de que “puede hacerse sin contaminar” ha sido apropiado por los mineros pequeños y medianos, sean formales, informales o ilegales. Además, en el caso de los mineros ilegales, está la inaceptable justificación de que, esta vez, el mineral es explotado “por peruanos” y “la riqueza se queda en el Perú”. Encima dicen que, como no procesan in situ, “no generan daños y no hay contaminación”. Por lo demás, muchos de ellos, tienen experiencia de haber trabajado en la gran minería y aducen que, a diferencia de la gran minería, ellos sí generan empleo de mano de obra local. De hecho, hay signos visibles de riqueza o inversiones inmobiliarias, en maquinaria pesada y actividades comerciales por toda Cajamarca, muchos de ellos provendrían de la minería ilegal o de quienes les prestan servicios a ella. En algunas provincias, todos saben que el dinero o viene del Ecuador (San Ignacio) o del narcotráfico (Celendin, Hualgayoc o San Marcos). ¿Las autoridades están actuando sobre esto? Todo indica que no.
Saludamos que la Fiscalía Especializada Ambiental de Cajamarca, la DIREMIN y la policía estén implementando, diversos operativos de interdicción contra las actividades mineras ilegales en estos días, en diversas provincias de Cajamarca. Pero estas deben ser permanentes y deben ir de la mano con intervenciones contra los financistas, proveedores de insumos, comercializadores, transportistas que conducen a destinos finales (procesadoras en la costa y puertos de salida). Por ello, estos operativos debieran comprometer al Ministerio de Transportes que permite la circulación de maquinaria pesada y de transporte a lugares de minería ilegal o de destino de su procesamiento o comercialización. En el sistema de transporte habría gran corrupción (“nadie ve nada”). También debiera intervenir la Superintendencia de Banca y Seguros que tiene un registro de operaciones bancarias que indica a titulares que estarían lavando activos. Y la SUNAT, que fiscaliza la comercialización de insumos debiera identificar y denunciar a los autores de delitos tributarios de estas actividades económicas ilícitas.
No basta pues, con el despliegue espectacular de operativos que hacen estallar por los aires a precarios campamentos y en los que no se detiene a nadie, o solo son detenidos “los más tontos”, los que no fueron alertados de los operativos policiales.
Un verdadero combate a la minería ilegal necesita ir a los financistas, a los comercializadores, a los lavadores de dinero y, sobre todo, planificar y actuar acciones de prevención. La maquinaria pesada, el uso de todo tipo de vistosos y numerosos vehículos, los explosivos, la logística de captación de trabajadores y servicios de transporte de personal y hasta de las provisión de alimentos en los campamentos. Además, se necesita una estrategia eficaz para frenar la minería ilegal en etapa temprana, teniendo en cuenta que está ocurriendo en territorio concesionado y controlado por grandes empresas mineras que, extrañamente, no actúan para repelerlos como si lo hacen con defensores ambientales a los que les caen con sus cuerpos de seguridad privada, la policía que trabaja con contratos para ellas y gran despliegue mediático para criminalizarlos.
Como han manifestado públicamente las Federacion Regional de Rondas Campesinas, Cajamarca debe ser protegida del avance de la minería ilegal y frente a la contaminación y abusos de la gran minería.
Cajamarca, 27 de octubre 2025