Autores: Cesáreo Cueva Infante, Mirtha Isabel Villanueva Cotrina
Colaboradores: Ericxs Cueva Infante, Eduardo Mendoza Zea
Fotografías: Ericxs Cueva Infante
Elaboración de mapas: Ericxs Cueva Infante
Diseño y diagramación: Roger Caytano Acosta
Resumen: Las actividades extractivas, en el Perú, lamentablemente, no se han caracterizado por tener una actuación idónea en el cuidado del ambiente y el respeto de los derechos de las poblaciones locales. El Estado, lejos de garantizar el derecho a un ambiente sano, a la participación ciudadana y al derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas u originarios, más bien, la mayor parte de las veces se ha hecho de la vista gorda, frente a esta problemática ambiental.
Asimismo, se han registrado actividades mineras ilegales e informales que usan el agua contaminándola, lo que afecta al aire, flora y fauna. Frente a esta crisis hídrica, los Comités de Vigilancia y Monitoreo Ambiental Comunitario de la región Cajamarca, continúan con la vigilancia y monitoreo de sus fuentes de agua, con la finalidad de proteger los ecosistemas frágiles, como los páramos y las cabeceras de cuenca, fundamentales para la vida de las comunidades rurales y poblaciones urbanas.
El monitoreo de calidad del agua involucra a diversas instancias (unidades académicas, entidades gubernamentales, organismos no gubernamentales y la sociedad civil). Este es un proceso constructivo mediante el cual colaboran diferentes sectores de una comunidad, para monitorear a un sistema acuático, dar seguimiento y responder a asuntos de interés público.
Las comunidades locales no consideran legítimos los monitoreos ambientales de la actividad minera, realizados por los Estados o las empresas (De Echave et al., 2009; Sánchez y Leifsen, 2019). La no legitimación ciudadana con respecto a la información producida en relación con la contaminación, la calidad del agua, la disminución en el acceso o la falta de espacios de deliberación y participación han llevado a diversas poblaciones a realizar monitoreos comunitarios independientes de los Estados y las empresas (Gil, 2009; Orta, Pellegrini y Arsel, 2018).
La expresión antedicha ha llevado a los Comités de Vigilancia y Monitoreo Ambiental Comunitario de la región Cajamarca, conformado por representantes de organizaciones sociales, personas naturales, jurídicas y autoridades de la comunidad o del espacio territorial, especialmente, al contar con la participación de la mujer como gestora del agua en el hogar, a la defensa de sus derechos, vigilando y monitoreando permanentemente la calidad de agua de sus cuencas. Desde el año 2018 hasta la actualidad, mediante el empleo de macroinvertebrados bentónicos (indicadores biológicos), se conocen el estado de salud de los ríos de la región Cajamarca (Lucio et al., 2019).
El presente informe tiene por finalidad difundir a la población y a las comunidades, de manera objetiva, los resultados de monitoreo de la calidad de agua de los ríos de las cuencas Crisnejas, Jequetepeque, Llaucano y La Llanga, evaluados en los años 2021, 2022, 2023 y 2024, con la participación de los Comités de Vigilancia y Monitoreo Ambiental Comunitario de la región de Cajamarca, cuya información es parte de la línea base de agua que permite determinar las exposiciones contaminantes a las que está expuesta la población, las posibles consecuencias de ellas, y promover una reflexión sobre la necesidad de defensa de nuestro medio ambiente, cuerpo y territorio, y así contribuir en la toma de decisiones de los diferentes actores sociales y políticos circunscritos en la región.
