Agenda de las mujeres defensoras. Una agenda por la vida

Agenda de las mujeres defensoras. Cajamarca, octubre de 2025

Autoras: Mirtha Vásquez Chuquilín y Teresa Santillán Valqui

Revisión de edición y estilo: Rocío Chunqui Valencia, Julia Ortega Miquel y Laura Ibáñez Castejón

Diseño, diagramación e impresión: Acosta Publicidad y Creatividad

Edita: Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (GRUFIDES)

Resumen: La violencia de género es una constante en la sociedad y se presenta bajo diferentes formas, física, psicológica, sexual, institucional, simbólica, etc.  Además, surge en diversos espacios, tanto públicos como privados y, dependiendo de los sectores y los contextos donde se desarrollan, tiende a profundizarse.

La violencia de género en contextos de conflicto ecoterritorial es una las expresiones de las que poco se habla; dado el contexto en el cual se desarrolla y por el tipo de mujeres a las que afecta, tiende a ser desconocida y menos aún atendida.

Para caracterizar, los conflictos de esta naturaleza, tradicionalmente conocidos como “socio ambientales”, señalaremos como lo explican Hoetmer y Svampa, que están referidos a aquellos en los que se expresan disputas por el control y gestión del territorio y los bienes de la naturaleza, ante la imposición de actividades que deterioran el medio ambiente[1].  En el marco de los mismos se gestan resistencias de los pueblos y se generan situaciones de persecución, violencias, amenazas; sin embargo, está ausente la mirada diferenciada y el análisis particular de cómo estos procesos afectan a las mujeres, en su mayoría mujeres empobrecidas, de zonas rurales o indígenas, sin acceso a educación formal, en espacios aún muy influenciados por el machismo,

La defensa de los territorios y de los bienes de la naturaleza tiene una connotación particular y propia para las mujeres. Ellas defienden sus espacios como su propio cuerpo, porque es allí donde desarrollan sus vidas, donde pueden desempeñar sus roles como cuidadoras, como productoras, como agentes económicos, etc. Son los espacios íntimos que habitan.  La puesta en riesgo de estos, la posibilidad de que las priven de la pertenencia o la permanencia en los mismos, significa poner en riesgo esos roles y sus consistencias.  Es, por ello, que, ante estos escenarios surgen, actorías diversas de las mujeres, como defensoras, como protagonistas de la resistencia, muchas veces liderando procesos de lucha, movidas sobre todo por el instinto de sobrevivencia y protección que se asumen casi como una obligación ética.  La respuesta ante estas acciones es la violencia contra las mismas, violencias que son poco visibilizadas y, menos aún, atendidas ni en el espacio social ni en el espacio gubernamental. 

La agenda de las mujeres defensoras, una agenda por la vida; es una propuesta construida por las propias mujeres que se hallan en estas situaciones, producto de una serie de espacios de encuentro promovidos desde la ONG GRUFIDES.  En el marco de sus reflexiones, han decidido consensuar algunos puntos de demanda frente a las violencias que sufren, para reclamar no solo atención y protección como víctimas, sino como mecanismo para asegurar que se respete y salvaguarde el ejercicio de su rol como defensoras del territorio, la naturaleza y la vida.


[1] Silva Santisteban, Rocío. Mujeres y Conflictos ecoterritoriales.  Pág.14.