Desactivan 55 asentamientos de minería ilegal en Madre de Dios

Más de 900 policías armados descendieron desde helicópteros para desalojar varios asentamientos mineros de extracción de oro ilegal, en la zona de La Pampa, en Madre de Dios. Suman un total de 55 asentamientos destruidos por un contingente policial a mediados de julio.

Cientos de trabajadores ilegales y sus familias fueron obligados abandonar ese lugar ya que la actividad económica que realizaban destruía ecosistemas completos en Madre de Dios y afectando directamente a los pueblos indígenas cercanos a la actividad.

El paso de la minería ilegal ha destruido 60 mil hectáreas de selva tropical solo en la región de Madre de Dios y han dado lugar masiva  intoxicación por mercurio. Esta zona, de gran diversidad ecológica, muestra niveles de mercurio en el suelo y los ríos que superan drásticamente los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

El comisionado contra la minería ilegal, Antonio Fernández, indicó que operaciones de este tipo van continuar. “Tenemos que seguir regresando aquí hasta que estos criminales entiendan que lo que hacen es ilegal”, señaló.

Pero no solo la minería ilegal afecta a la Amazonía, ya que este tipo de actividad genera otros problemas relacionados a la trata de personas como el trabajo infantil o la explotación sexual de mujeres en esos asentamientos ilegales.  Cabe destacar que en el marco de la operación en “La Pampa” fueron rescatadas 32 mujeres que habían sido prostituidas en contra de su voluntad.

Hasta 2013 la magnitud de la destrucción causada por el auge de la minería ilegal en la región de Madre de Dios pasaba casi desapercibida. Sin embargo, un estudio del Instituto Carnegie de EE.UU. puso de relieve el impacto devastador de la industria ilegal, que privó a los animales de su hábitat natural y causó daños a las regiones donde viven las tribus indígenas no contactadas.

El dato:

Según el estudio, el 76,5% de los habitantes de la zona tienen en su cuerpo niveles de mercurio muy por encima de los recomendados por la OMS.

El mercurio –que puede provocar graves daños neurológicos y es particularmente peligroso para las mujeres embarazadas y los niños pequeños- llega a los trabajadores a través de los peces que sacan de los ríos.

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