Mirtha Vásquez: La batalla por el medio ambiente

Por Mirtha Vásquez, 05 de Junio del 2017

Desde 1972, se instituyó el 5 de junio como fecha de celebración del Día Mundial del Medio Ambiente. Cada año el mismo ritual, todos reflexionan sobre la importancia de cuidar el planeta, la necesidad de hacer algo para revertir los impactos que vamos dejando sobre la naturaleza, las practicas básicas de reciclaje y reutilización, la responsabilidad de los Estados etc., etc.

Pero cuando miramos alrededor, todo sigue peor. Cada año hay más desastres ambientales, que dicho sea de paso no son precisamente "naturales", la mayoría son provocados por las cotidianas e irresponsables actividades humanas; cada año la pobreza, también expresión de la denigración del espacio para producir y vivir, se agrava; cada día la población se multiplica en su conveniente inconciencia que le impide pensar en el inminente impacto que ello ha de producir. Sí, porque el problema somos los seres humanos y nuestra relación con la naturaleza.

Cuando empezamos en los 70 a considerar el cuidado del medio ambiente, no lo hicimos pensando en esos componentes naturales valiosos que hay que respetar y cuidar, lo hicimos pensando en nosotros, en los efectos que nos estaba alcanzando como boomeran y que podían afectar nuestra comodidad. Esa concepción antropocéntrica con que nos relacionamos con la naturaleza, sintiéndonos los dominadores, asumiendo que podemos "explotar" la naturaleza hasta el límite en que deba satisfacer nuestras necesidades más frívolas, esa concepción impregnada además en un modelo de vida, es la que nos hace incapaces de revertir esta terrible condición a la que hemos sometido al planeta.

Los intentos de quienes miran alternativas para revertir el problema ambiental no están mal, los esfuerzos hacen falta a estas alturas, sí Sr. Trump, hacen falta y no son cuento; pero si no atacamos el problema fundamental, nuestro relacionamiento con la naturaleza, poco podemos lograr.

Por eso hoy, día del medio ambiente, toman mucho sentido las luchas ambientales que se producen en todo el mundo, sí, porque aquellas no son sino ese intento esforzado por cambiar esa forma perniciosa de ver a la naturaleza, reduciéndola a ser valorada solo como recursos para el hombre, y no como elementos con vida propia que merecen ser respetados.

Hoy toman sentido luchas como la de los indígenas de Bagua, enfrentados justamente un fatídico 5 de junio por defender la tierra; hoy no podemos ignorar a los muertos y heridos en las luchas por el agua; como olvidar hoy a quienes son perseguidos, maltratados, criminalizados por oponerse a un modelo que atropella la naturaleza y la vida.

Día del medio ambiente, homenaje a todos los que estén en la primera línea de esa batalla, que apunta arteramente a la destrucción de este planeta, a nombre del progreso.