RESUMEN

Durante los últimos años, Cajamarca ha sido la región con mayor participación en inversión minera en el norte del país. Con la adjudicación de Michiquillay esta la expectativa crece aún más.  El ingreso de Vizcarra a la presidencia ha marcado nuevamente un periodo de intento por destrabar proyectos extractivos que han quedado detenidos por conflictos con la población.  El anuncio explícito de Vizcarra de apoyo a la “minería responsable”, es un paso evidente hacia la implementación de estrategias para viabilizar la gran minería en las regiones como Cajamarca.  La visita a esta región  coincide con el momento de inicio del proyecto Michiquillay y el anuncio de la construcción de la represa del Chonta, conforme las empresas mineras lo requieren, es un anuncio que calza con la generación de condiciones para la ampliación de proyectos extractivos.

No obstante,  la negativa de atender y reconocer los diferentes conflictos que se están desarrollando, la dificultad por intentar asumir los mismos en sus múltiples factores y causas, y la falta de atención y prevención con una total ausencia de política de manejo de los mismos, plantea un escenario de probable agudización. 

Nuevamente planteamos que el factor electoral en este año puede ser también un elemento que aporte a la exacerbación de estos escenarios de conflicto.

La situación de afianzamiento del autoritarismo en el país, la aplicación de medidas como Estados de Emergencia en el sur, es sintomática también, y preocupa mucho en términos de manejo de estas situaciones para las diferentes zonas del país.