La historia de extrabajadores de Yanacocha que sobreviven a los metales tóxicos
Cerca de treinta trabajadores y extrabajadores de la empresa minera Yanacocha de Cajamarca viven con metales tóxicos en sus organismos. Algunos decidieron contar sus testimonios a Wayka. Otros, temerosos de perder sus empleos, tienen que seguir soportando los síntomas en silencio.
GRUFIDES, desde hace algunos años, viene realizando acompañamiento en materia de incidencia a ex trabajadores de Minera Yanacocha que han sido afectados en su salud por el trabajo que desarrollan o han desarrollado en la empresa minera.
Al ser considerados casos emblemáticos de vulneración de la salud pública, se han realizado denuncias a nivel nacional e internacional sobre la vulneración del derecho a la salud de los trabajadores de las empresas extractivas. Sin embargo, cada trabajador afectado ha llevado un juicio laboral de manera independiente, con asesoramiento privado.
Se reclama al Estado la necesidad de contar con mecanismos eficaces que aseguren que las industrias extractivas velan por la salud de sus trabajadores. Así mismo, el caso se ha llevado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, junto a la Red Muqui, y ante una Comisión especializada de las Naciones Unidas.
Hoy, algunos de estos trabajadores han decidido contar a Wayka sus testimonios del calvario de enfermedades y afectaciones que vienen sufriendo, algunos de ellos, por más de 15 años.
"El cajamarquino Marco Antonio Castillo sufrió un infarto cerebral que lo dejó en estado vegetal, el 5 de octubre de 2018. Su salud había llegado a una fase crítica: una cirrosis hepática de tercer grado que maltrataba su sistema digestivo; una encefalopatía que lo despertaba por las noches sin saber dónde estaba, sin reconocer los rostros de su familia; un tumor cerebral y metales tóxicos en su organismo que ignoraba hasta ese momento, y un incontrolable temblor en las manos. El 4 de noviembre del año pasado, en el Hospital Regional Docente de Cajamarca, Castillo murió. Días antes de morir, a sus 54 años, Marco Antonio Castillo, quien trabajó 21 años en el área de refinería de Yanacocha desde 1996 hasta el 2017, supo que en su cuerpo había gran cantidad de talio, arsénico, bario, cadmio, mercurio, uranio, níquel, plata, estaño y titanio, de acuerdo a un estudio de mineralograma del laboratorio estadounidense Doctor’s Data. Siete meses después de su fallecimiento, su esposa Patricia Villanueva teme por la salud de su hijo, quien nació cuando Marco Antonio Castillo llevaba por lo menos 7 años trabajando en la mina. “Nunca sufrió nada, él ha sido deportista, él ha sido un hombre sano, entró en la minera a trabajar sano, joven”, dice Patricia Villanueva, quien vive en Cajamarca."Ver artículo completo de Wayka aquí
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