COOPERACCIÓN PRESENTA INFORME SITUACIONAL SOBRE EL SENACE

Fuente: Cooperacción

El 20 de diciembre del año 2012 se anunció al país la creación del nuevo Servicio Nacional de Certificación Ambiental (Senace), organismo que supuestamente debía asumir la tarea de evaluar de manera objetiva y confiable los Estudios de Impacto Ambiental.

Presentada como la principal reforma ambiental de este último período, se esperaba que el Senace se convirtiera en el organismo que debía romper el predominio de los diferentes sectores en la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental. Lamentablemente, a casi tres años de su creación, este organismo aún no ha iniciado el pleno ejercicio de sus funciones y se ha caracterizado por un proceso de implementación tremendamente lento y con permanentes postergaciones de los plazos establecidos, situación que no coincide con el carácter de urgencia con el que fue creado.

Es preocupante que al momento de publicar el presente informe, el Senace continúe con una jefatura interina. La primera jefa, Rosa María Ortíz Ríos, dejó el Senace a mediados de febrero de 2015 para asumir el Ministerio de Energía y Minas y hasta el momento no ha sido nombrado su reemplazo.     

Además, este año la entidad ha comenzado el proceso de transferencia de sus funciones, sin haber cumplido totalmente con la etapa de elaboración e implementación de las herramientas necesarias para su funcionamiento. El Senace no cuenta ni con los recursos económicos necesarios para operar adecuadamente (el presupuesto que manejan algunas de sus  direcciones es sustantivamente menor a las direcciones de asuntos ambientales de los ministerios que aprueban los EIA), ni con el personal suficiente y capacitado, debido a que no han sido aprobados los instrumentos de gestión para proceder a la selección y capacitación del nuevo personal con una modalidad de contrato estable.

La resistencia de autoridades sectoriales, la presión de los inversionistas y el accionar del Estado han contribuido a generar un contexto desfavorable a la consolidación del Senace. Esta situación se mantiene y por este motivo su implementación plantea grandes interrogantes: ¿en el actual contexto existe realmente voluntad política para sacar adelante esta nueva institución?

Lo cierto es que para que se pueda dar una eficiente implementación del Senace y un sistema de evaluación ambiental de calidad, es necesario que se le asigne a este organismo el presupuesto adecuado, se fortalezcan sus capacidades y sobre todo se le brinde un adecuado respaldo político para consolidar una institucionalidad ambiental independiente y confiable en beneficio de la gobernabilidad democrática y el desarrollo sostenible.

Los predominantes conflictos socio ambientales son una clara muestra de que los instrumentos de certificación ambiental vigentes en el país y la propia institucionalidad ambiental, han perdido credibilidad y legitimidad frente a la población. La tarea es precisamente construir esa credibilidad y eso sólo se logrará con instituciones sólidas, que cuenten con los recursos y el respaldo político necesario. El Senace debería ser un primer paso en esa dirección aunque por el momento su futuro sigue siendo incierto.      

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