Las organizaciones abajo firmantes hacemos expresa nuestra preocupación frente a la visita que la “Mining and Faith Reflections Initiative” (MFRI) está llevando a cabo en Colombia entre el 19 y el 24 de febrero en las zonas carboníferas de los departamentos de Cesar y La Guajira.
Las razones que motivan este comunicado se alimentan en la forma en que fue concebida esa visita y los métodos empleados para informar sobre su realización:
Nuestras preocupaciones se agudizan debido a que el modelo de extracción que se lleva a cabo en Cesar y Guajira, que se ha profundizado durante los últimos años en nuestro país, ha significado grandes transformaciones en los ecosistemas y en la vida en todas sus manifestaciones; por esa razón, hoy se le atribuye ser generador de múltiples y nuevas conflictividades. Es en ese escenario que las comunidades de ambas regiones han emprendido acciones en defensa de su territorio, que cuestionan las prácticas empresariales por sus impactos irreversibles y por su indiscutible insustentabilidad. Ha sido en medio de evidentes asimetrías en las relaciones entre las comunidades y las empresas que los cuestionamientos económicos, sociales, ambientales y legales a esta industria, hechos por líderes y organizaciones sociales, han resonado hasta las autoridades locales y nacionales, los entes de control del Estado colombiano, los tribunales judiciales, la academia, e incluso los consumidores internacionales, con la expectativa de que, con su intervención, dichas asimetrías sean superadas y la protección a las comunidades asegurada. Sin embargo, delegaciones como la llevada a cabo por la MFRI son prueba de los grandes desafíos que aún tenemos.
La “Ecología Integral” (resaltada en Laudato Si´ 140-142) implica considerar las voces de las víctimas y tomar en cuenta los datos de la ciencia, así como las experiencias de las organizaciones que acompañan solidariamente a las comunidades, con una mirada contextualizada de la región y desde una perspectiva de defensa de los derechos humanos. La Encíclica reclama la confrontación de información interdisciplinaria, transparente e independiente, científica, estadísticas sociales y análisis económicos para discernir si un emprendimiento contribuye a un verdadero desarrollo integral (LS 185). Por ello, resulta desconcertante que la agenda fuera organizada principalmente por y con las empresas mineras como Cerrejón (Glencore, Anglo American. BHP Billiton) y Prodeco (Glencore) en un claro desbalance respecto a los sectores sociales, en especial por el efecto que tiene ese diseño en la versión de la realidad que evidenciará la delegación, altamente permeado por la visión empresarial y no por la de las comunidades y sectores sociales que se han visto afectadas en sus proyectos de vida debido a dichos intereses.
Las falencias antes descritas se suman a otra preocupación, relacionada con la conceptualización de las posturas eclesiales e interpretaciones de fe respecto a los proyectos extractivos. Tal como ha sido diseñada, la visita de la delegación de MFRI a Colombia, observamos que adquieren mayor relevancia los intereses empresariales reflejados en la estrategia “Catalizador para la empresa minera del futuro” de la “Kellogg Innovation Network” que las líneas de orientación y acción de la Encíclica Laudato Si´, así como los pronunciamientos del Papa Francisco en los Encuentros con Movimientos Populares (Bolivia, 2015; Roma, 2016) y en el Encuentro de representantes de comunidades afectadas por actividades mineras (Roma, 2015).
No obstante nuestras preocupaciones respecto del contexto en el cual se da la visita y la confusa información recibida al respecto, hicimos el esfuerzo de involucrarnos en el diálogo propuesto. Desafortunadamente constatamos que nuestro esfuerzo fue en vano ya que, una vez hechas todas las gestiones para que las comunidades y organizaciones acompañantes atendiéramos la visita de manera independiente, al final fuimos informados que la delegación se conduciría según la agenda organizada por las corporaciones mineras. Posteriormente, a tan solo un día de la visita, para el caso del departamento de la Guajira, se informó que se abriría un espacio para nuestra participación, aumentando así la confusión. No obstante, en Cesar no logramos su apertura al diálogo con los afectados directos de la operación empresarial, pese a las propuestas que hicimos previo a su llegada al país.
Lamentamos entonces no haber contado con un espacio suficientemente amplio y participativo para que la delegación escuchara a las comunidades rurales y urbanas que tienen una voz disidente frente al actuar corporativo y gubernamental en materia minera, ni de las organizaciones que tenemos un trabajo serio y comprometido con la defensa de los derechos humanos y del ambiente. Insistimos en que tenemos voluntad y apertura para el diálogo, siempre y cuando existan garantías. Por lo anterior, hacemos constar lo siguiente:
Nos preocupa que la visita de la delegación MFRI ignore dicha realidad y omita hacer los llamados y condicionamientos necesarios para que las empresas que hoy dirigen esas operaciones, y en las cuales han depositado sus inversiones, no sigan contribuyendo a las violaciones de derechos humanos que hemos documentado en la región, y tanto más que su recorrido por la zona no sea un instrumento de transformación, sino de legitimación formal. Por tanto hacemos un llamado a:
Finalmente, expresamos nuestra profunda preocupación por los efectos que una visita en estas condiciones puede representar para los ejercicios de defensa territorial y de exigibilidad de derechos que llevan a cabo las comunidades y sectores sociales de ambos departamentos. Por lo anterior, esperamos que este no sea un intento más de las empresas por obtener la legitimación social de los sectores de la fe, y exigimos prácticas transparentes, participativas y libres de manipulación.
Bogotá, 24 de febrero de 2017 (Texto en INGLES de Comunicado Público)
CENSAT Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia
Centro de Estudios para la Justicia Social Tierra Digna
Colectivo de Abogados Ambientalistas, Guacamaya Dumeka
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR)
Colombia Solidarity Campaign
Comisión Claretiana de Justicia, Paz e Integridad de la Creación
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Comisión JPIC – CRC
Comité Ambiental en defensa de la vida
Comité de concertación de reasentamiento de Boquerón (La Jagua de Ibirico- Cesar)
Conferencia de Religiosos de Colombia (C.R.C)
Corporación Claretiana Norman Pérez Bello
Corporación Geoambiental TERRAE
Corporación Vida del Río Fucha-CORVIF
Fundación Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP)
Grupo de Trabajo Suiza Colombia (Arbeitsgruppe Schweiz Kolumbien ask!)
Instituto de Estudios para la Paz (INDEPAZ)
London Mining Network
Movimiento Católico Mundial por el Clima
Movimiento sutsuin jiyeyu wayuu – Fuerza de Mujeres Wayuu
Observatorio de Conflictos Ambientales (OCA-IDEA-UN)
Observatorio de Conflictos Mineros de Latinoamérica – OCMAL
Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Pedagógica Nacional.
Observatorio de Expansión minero energética y re-existencias
Paz con Dignidad-OMAL Colombia
Pensamiento y Acción Social (PAS)
Programa Radial Territorio Verde – 94.4 F.M.-Vientos Stereo Bogotá – Colombia
Red de Comités Ambientales del Tolima
Red Iglesias y Minería
War on Want
ORGANIZACIONES QUE APOYAN
AMERINDIA-Colombia
MESETI – Mesa Ecoteológica Interreligiosa de Bogotá D.C.
Cantoalagua-Colombia
Red Nacional del Agua- Colombia
PERSONAS QUE APOYAN
Fr. Eduardo Agosta Scarel , O. Carm., representante regional, Carmelite NGO
Edwin Leonardo Avendaño Guevara, Obispo – Fraternidad Apostólica de Cristo Sacerdote
Fernando Ramírez González, responsable de campañas del Movimiento Nacional de Víctimas de Corporaciones Multinacionales (M.N.V.C
[1] Cinep, “Impactos socioterritoriales de la explotación minera en los departamentos del Cesar y La Guajira”, en Fescol, Análisis 1/2014, p. 51, disponible en: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/kolumbien/11067.pdf.
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