¡Manan Southern!

Categoría: Derechos humanos, Medio ambiente, Minería, Conflictos

Las demandas son confusas. Todas tienen que ver con el agua y con la amenaza a la actividad agraria, pero hay quienes creen en Paltuture como la solución y quienes creen que es sólo una más de las constantes “mecidas” de las que han sido objeto los agricultores de este valle desde hace una veintena de años.

Aunque el detonante ha sido la enésima suspensión de la licitación de la represa de Paltuture, para mejorar el caudal del río Tambo en época de estiaje, lo que subyace a esta demanda es la desconfianza, el recelo de que el gobierno -nuevamente- esté jugando a favor de la actividad minera y que la ansiada represa termine favoreciendo otras demandas.

Durante la asamblea, desarrollada el pasado 18 de setiembre, no se mencionó a la compañía Southern Perú, ni a su proyecto Tía María, pero el rechazo a esta posibilidad era implícito en cada intervención, y cada vez que se coreaba el ya emblemático “agro sí, mina no”. El ondear de las banderas verdes encabezó la marcha que acompañaron todas las autoridades presentes, tras el acuerdo del paro.

Fue tras escuchar la situación de Paltuture, por parte de los asesores técnicos del GRA, Ernesto Bustamante y Huber Valdivia, quienes expusieron la situación legal y la posición técnica del gobierno regional, en el tema. La idea es apersonarse a los procesos legales por la licitación de Paltuture; pero al mismo tiempo, explorar otras alternativas para construir una represa destinada a solucionar los problemas de Tambo, que se ubique en la región Arequipa y así evitar las confrontaciones con regiones vecinas, como viene sucediendo hasta el momento.

En presencia del Consejero Regional por Islay, Mauricio Chang, el alcalde provincial, Richard Ale, los cinco alcaldes distritales de Islay, el congresista Horacio Zeballos y el Gerente Regional de Agricultura, Mirko Avendaño; encendidos discursos en defensa del agua para Tambo y la injusticia que se viene cometiendo hace dos décadas con ellos, estuvieron en primer plano. En el trasfondo, la amenaza de la actividad minera: la posibilidad que el gobierno pretenda hacer un “canje” entre Paltuture y la aceptación de Tía María, la posibilidad que todo el problema haya surgido porque la minera Southern dejó sin agua a Moquegua, lo que generó la necesidad de Paltuture, que desvió el río Vizcachas hacia Moquegua, dejando al río Tambo sin este afluente principal y -como no- perjudicándolos directamente, sin que los sucesivos gobiernos hubiesen cumplido hasta ahora con la promesa de la compensación.

VALLE AGRÍCOLA

La vocación y modo de vida del 90% de la población es el agro, dice tajante el presidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tambo, Jesús Cornejo. Unos 3 mil agricultores están afiliados a esta junta. Pero en la zona son 30 mil habitantes y todos dependen del agro. El problema es realmente crítico, trata de graficar con las manos.

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Jesús Cornejo: Quieren matar al agro

Hace 20 años, la construcción de Pasto Grande disminuyó el caudal del río a la mitad. A cambio, ofrecieron otorgarle al valle un caudal constante de 8,5 metros cúbicos de agua, adicional a los 4 metros de caudal ecológico, con lo que podrían sembrar en cualquier época del año.

“Pero en lugar de los 12 metros que debían estar fluyendo en este momento tenemos 5 a 5,5 metros. Y lo real es que necesitamos 19 metros para abastecer las necesidades del valle”, dice.

A esto se suma la liberación de importaciones, desde la época de Fujimori, que compiten deslealmente con los agricultores nacionales. “El agro está muriendo lentamente y es el que más trabajo da a la gente en el sector rural”, se queja. “El agro es lo que combate la pobreza y la extrema pobreza”, añade y dice no entender por qué los gobiernos no lo comprenden.

rio-tambo

El antes caudaloso Río Tambo, luce así en esta época del año.

TÍA MARÍA

Como espada de Damocles, la posibilidad del resurgimiento del conflicto, flota en el ambiente.

lo primordial es recuperar la confianza del pueblo, y una forma de hacerlo sería que la empresa Southern se vaya del país, o por lo menos de la zona. Entonces podríamos volver a conversar”

“Tendrán que pasar muchos años para que el pueblo olvide, tal vez mis nietos tendrán que solucionar el problema”, sentencia Jesús Cornejo, quien dice tener 80 investigaciones fiscales y procesos como consecuencia de liderar a los agricultores en su oposición al proyecto minero Tía María.

Asegura que no hay condiciones para retomar el tema, porque las heridas en el pueblo son profundas. No confían en los ofrecimientos políticos, menos aún porque el presidente Kuczynski no ha cumplido su promesa de ira al Valle a conversar con los pobladores. Del gobierno pasado no quiere ni hablar. “Ollanta se coludió con Southern Perú para bombardear al pueblo”, dice.

Niega tajantemente tener que ver con las negociaciones entre SPCC y el exdirigente Pepe Julio Gutiérrez para levantar la huelga a cambio de dinero. “Si tienen algo contra mí, que lo prueben”, señala, mientras anuncia que esperará los resultados del proceso contra Gutiérrez para hacerse un juicio real sobre el tema.

Añade que lo primordial es recuperar la confianza del pueblo, y una forma de hacerlo sería que la empresa Southern se vaya del país, o por lo menos de la zona. “Entonces podríamos volver a conversar”, dice.

Aunque ausente de la asamblea por estar prohibido de asistir a reuniones públicas, como parte de las normas de conducta que le impusieron en el Poder Judicial, estas expresiones concuerdan con lo expresado por varios de los que intervinieron en la asamblea popular. No era el tema de la asamblea, pero las banderas y sus expresiones colocaron el tema Tía María en lugar visible de la nueva protesta.

Uno de los líderes del valle, Otto Hito, quien para algunos ha venido radicalizando su posición, sube al estrado entre aplausos y “habla claro”, como le gusta al pueblo. En pocas palabras, da a entender que toda la maraña legal en la que está envuelto el tema de la presa de Paltuture, tiene por único objeto favorecer la actividad minera.

Discute las soluciones técnicas planteadas por Huber Valdivia y concluye que la represa de Paltuture no es la solución a la escasez hídrica y al auxilio al agro que necesita el valle de Tambo.

pobladores-cocachacra

Otras intervenciones llaman a no pelearse con Puno, que interpuso las acciones de amparo contra la licitación, ni con Moquegua que también sufre las inclemencias de la escasez de agua, concluyen en que el enemigo real es el gobierno central y su indiferencia, así como la amenaza de la actividad minera.

También recuerdan los humos de la fundición de Ilo, las extrañas muertes de dos de sus líderes de aquellos años, cuando sufrían el embate de la contaminación. Luego, la frustración de Paltiture y los innumerables intentos paralizados de concretar Paltuture. Todo parece una mecida

Luego habla otra lideresa “sin pelos en la lengua”, Marilú Marroquín. Expone una serie de argumentos, de las innumerables luchas en las que ha estado presente y admite ante las acusaciones de haber llevado información: “sí, yo nací en Puno y no somos enemigos”.  Por último, saca de su cartera la única bandera que dice tener: la de “agro sí, mina no”.

No todos están de acuerdo con ella, ni con Otto Hito, ni con Jesús Cornejo, pero todos están de este lado: la defensa del Valle de Tambo, de su actividad agrícola, de su dignidad que no olvida los muertos ni las burlas, de su decisión irreductible. Paro de 48 horas, con amenaza de indefinido. De nuevo, el Valle de Tambo.

Fuente: elbuho.pe

 

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